Tres días. Eso duró mi primer embarazo. Bueno, el embarazo
duró siete semanas, pero ese fue el tiempo que pasó entre que supe que estaba
embarazada y el día que dejé de estarlo.
Tardé en saber que estaba embarazada porque, aunque tenía un retraso
en la regla de casi dos semanas, ya me había ocurrido otras veces y al final me
acababa viniendo (no es plato de gusto tener la regla cuando llevas casi tres
años intentando quedarte embarazada; más aún, me parece una broma pesada tener
retrasos en el período que te hacen soñar o esperanzarte para nada). Así que,
como digo, no le presté demasiada atención a ese retraso hasta que, yendo a
desayunar con mis compañeras del coro flamenco entramos en un bar y solté entre
arcadas “¡qué peste hay aquí!” para sorpresa de todas, a las que el olor a
comida les parecía bueno, incluso agradable. En ese momento una de ellas me
dijo que ya estaba tardando en ir a hacerme el test de embarazo.
Pero todavía tardé unos días más antes de ir a la farmacia,
porque yo no notaba ningún síntoma (después de todo lo que me habían contado
algunas embarazadas sobre mareos, arcadas, acidez, etc.) aparte de la anécdota
del bar. Como mi pareja y yo llevábamos tiempo intentando tener un hijo y éste
se ve que se resistía en llegar, empezamos a visitarnos en el área de infertilidad del Hospital Clínico
Universitario de Málaga. Tras las diversas pruebas médicas, la mayoría de ellas
bastante desagradables, el resultado fue que estábamos sanos y no teníamos
ningún problema de fertilidad (como le ocurre a muchas de las parejas a las que
conozco y que han pasado por el mismo proceso). Así que, como yo ya había
cumplido los 38 años y ya no me podían ayudar desde la sanidad pública a través
de la inseminación asistida, entré directamente en la lista de espera para la
inseminación in vitro. El mismo día que firmé los papeles en la consulta del
Hospital Materno Infantil, la doctora me recomendó hacerme el test de embarazo,
porque habían pasado 38 días desde mi última regla. Me lo hice cinco días
después.
Salió positivo, claro. Eso fue un lunes por la mañana de
finales de mayo. El miércoles empecé a sentir molestias, como un dolor de regla
suave con un pequeño manchado. Esa misma
tarde fuimos a urgencias del Hospital Materno donde me revisaron, y a través de
una ecografía vaginal pudimos ver dos rayitas que se abrían y cerraban
rápidamente: su corazón (como estaba de 7 semanas éste ya estaba formado). La
doctora me recomendó reposo absoluto y me advirtió que el riesgo de aborto era
del cincuenta por cierto. Hice reposo todo el jueves, pero a última hora de la
tarde los dolores se intensificaron y el manchado era considerable, así que
volvimos a ir al hospital, al que ya no pude entrar por mi propio pie debido a
la intensidad de los dolores. Cuando me revisaron ya no llevaba “la bolsa”,
había perdido a mi bebé, que para mayor pena, seguramente se fue por el inodoro
sin que yo me diera cuenta.
“¿No has notado que se te salía?” Me preguntó la joven
doctora.
Lo que vino después fueron dolores muy intensos y
contracciones provocadas por la oxitocina en vía, que no sirvieron para
expulsar todo, por lo que acabé ingresada para que me realizaran un legrado, y
salí del hospital dos días después (el ingreso, la operación y la posterior estancia hospitalaria darían para otro post...).
Con el apoyo de mi pareja conseguí superarlo bastante rápido,
sobre todo porque él me hizo ver la parte buena de todo esto. Difícil de creer
que haya algo bueno en un aborto espontáneo, ¿verdad? Pues lo había: tan
sencillo como que quedaba demostrado que podía quedarme embarazada, así que
solo era cuestión de seguir intentándolo.
Alguien me dijo, después de sufrir el aborto, que, de media,
cada mujer sufre dos abortos (desconozco la fuente o estudio sobre este dato).
Conozco parejas que han tenido varios hijos sin sufrir jamás una pérdida, eso
quiere decir que otras tienen la desgracia de sufrir tres, cuatro o incluso,
como es el caso de dos conocidas, cinco abortos. Así que puedo sentirme afortunada
porque a mí solo me ha pasado una vez.
Hace un par de semanas, desvelada de madrugada después de
darle el biberón a Daniel (algo que me ocurre muy a menudo), me vinieron a la mente
los recuerdos de aquellos momentos y empezaron a fluir frases en mi cabeza
dedicadas a aquel pequeño ser que no pudo ser. Me tuve que levantar de la cama
y ponerme a escribir todo lo que me venía en ese arranque de inspiración y
congoja. Lo que escribí, tal cual, lo trascribo a continuación, sin revisar y
sin corregir:
Tú también cuentas
Fuiste el primero. Mi
primer embarazo.
Aunque te fuiste casi
sin sentirte. Sin notar que te sentía, aunque estabas ahí.
Lo sé porque, además de
ver el positivo en el test, pude ver latir tu corazón durante unos segundos en
la consulta de urgencias del hospital.
Emoción y miedo al
mismo tiempo. Reposo que no sirvió.
No te noté. Sentí el
dolor, las punzadas, las contracciones, la pena, pero no noté que te ibas. Te
perdiste sin más. Dejaste de estar dentro de mí.
Aún así hubo consuelo y
esperanza. Hubo futuro.
Me abriste el camino a
mi siguiente embarazo. ¿Era esa tu misión? Tan breve pero efectiva. Me
preparaste. Me hiciste confiar y creer que podía ser mamá.
Esta entrada se la dedico a todas las mamás, futuras mamás y a
todas aquellas mujeres que han sufrido alguna pérdida gestacional. Un abrazo a
todas.
P.D.: Este post lo escribí hace algo más de dos meses, pero no había
encontrado el momento de publicarlo hasta que hace un par de semanas leí un post
maravilloso y entrañable de Amor de Batmami sobre los bebés estrella y los bebés arcoiris (recomiendo su lectura), que me ha ayudado a atreverme a publicarlo, aunque
releyéndolo siento una gran emoción y se me llenan los ojos de lágrimas de
recuerdos. Este post habla de mi bebé estrella.
Un abrazo.
Ayyyyyyy qué bonito, triste, emotivo... Yo tuve dos perdidas y de vez en cuando me vienen a la mente esos momentos...ufff es duro!!!
ResponderEliminarBesosssssss
La verdad es que estoy muy feliz por tener a mi niño, pero es verdad que de vez en cuando vuelven aquellos recuerdos... En fin, somos tantas las mujeres que hemos vivido una experiencia así!
EliminarMe he emocionado leyendote y me has dejado con la lagrimilla colgando. No creo que pueda llegar a entender del todo el dolor que supone pasar por una experiencia así. Pero admiro que superarais juntos el bache e intentarais sacar algo positivo de aquello. Sin duda es tu bebe estrella y siempre vivirá en tu recuerdo.
ResponderEliminarUn beso guapa!
Gracias por leerlo y por el comentario. Fue muy duro, pero me repuse rápido y tres meses después volví a quedarme embarazada!
EliminarQue intenso emotivo y triste.yo tuve una perdida de 18 semanas que aun duele y tambien me desvela con frases del estilo.
ResponderEliminarAunque fueron pocos días las ilusiones son inmensas.y es muy triste perderlo.gracias a tu fuerza sacaste el lado positivo y ahora tienes tu recompensa.nuestras pequeñas estrellas nos enseñan mucho.besos
Lo cierto es que todavía a veces pienso en cuándo hubiese nacido, la fecha prevista y esas cosas. Qué le vamos a hacer. Por suerte no tardé en quedarme embarazada de nuevo y ahora disfruto de mi bebé! Siento lo de tu pérdida. Un abrazo fuerte!
EliminarUn post muy conmovedor... estoy segura que muchas mujeres que han pasado por lo mismo podrán encontrar en tus palabras algo de comprensión y consuelo, y quien sabe, quizás llevar con menos tristeza su pérdida. Te felicito por tu fortaleza.
ResponderEliminarMe ayudó mucho estar acompañada por mi marido y por mi madre que viajó expresamente desde Barcelona para estar conmigo. A veces una se sorprende de cómo se sacan fuerzas para seguir. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
Eliminarqué duro! desde luego cuando sucede algo así nada consuela pero mira, tardó poco en llegar Daniel. En mi caso no sé que hubiese preferido... pienso el legrado y pienso en lo que te pasó a ti y que vacío tan inmenso. En mi caso, todo fue natural, me pareció todo tan bestial que me alejé de la escena, con el tiempo es como si aquello no me hubiese pasado a mi...parece mentira nuestra mente como trabaja!
ResponderEliminarMe alegro mucho que te hayas decidido a publicar, estos temas son muy duros y no hay que olvidarlos. Yo una vez escuché que de cada 4 embarazos, 1 acaba en aborto. Aún recuerdo cuando pasé por consulta con aquel ataque de ansiedad y la gine me miraba como si estuviese loca... acabé llorando con la respiración cortada. Creo que al final es eso, encontrar el apoyo en tu pareja y familiares y llorar y llorar hasta quedarte tranquila.
Un abrazo muy fuerte y me alegro mucho de verdad, que ahora disfrutes de la compañía de un nene tan guapeton, el mejor de todos! me gustaría que nadie tuviese que pasar por algo así...
Lo cierto es que fue muy doloroso físicamente y muy larga la espera hasta que me hicieron el legrado, luego la recuperación fue rápida.
EliminarA veces buscamos mecanismos para no sufrir, porque si no sería muy difícil seguir adelante. No entiendo porque la gine te miraba así... A mí me trataron con cariño y comprensión, la verdad.
Gracias por tu comentario y por compartir tú también tu experiencia. Un abrazo.
No he vivido tu situación, pero me pongo en tu lugar y imagino la tristeza. Yo estuve a punto de perder a Rosquis la semana 13 y al final, con reposo y paciencia salimos adelante, pero ya no fui capaz de vivir el embarazo con alegría, sólo me invadía el miedo y el sufrimiento. ¡Qué suerte que ahora ya tenemos a nuestros peques con nosotros! Eso ha de ser motivo de alegría inmensa. Un Abrazo!!!
ResponderEliminarEstando en la semana 10 de embarazo de Daniel también tuve un manchado, imagínate el horror que sentí en ese momento, volvieron a mí todos aquellos momentos dolorosos y no quería volver a pasar por lo mismo. Esta vez fue un pequeño sangrado que duró solo unas horas, aun así hice dos semanas de reposo y todo siguió bien. Es muy angustioso pensar que puedes perder a tu bebé, no lo disfrutas igual. Yo no me quedé tranquila hasta que superé el primer trimestre.
EliminarUn abrazo.
Precioso post, me has emocionado. El de batmami lo había leído y también es muy emocionante. Muchos besos.
ResponderEliminarMuchas gracias por leerlo y comentar. Un abrazo.
EliminarQué bonito. Yo nunca tuve ningún aborto pero mi madre tuvo uno, justo entre mi hermana y yo, y además de lo mal que lo pasó porque eran unos años muy malos para ciertas cosas y la sanidad no funcionaba nada bien, el dolor del alma nunca se le fue, y a día de hoy, 39 años después, sigue acordándose y le duele, aunque parezca mentira sigue ahí ese dolor, escondido pero sigue.
ResponderEliminarUn besín y me has emocionado.
Es buen cierto, es un dolor y un recuerdo que sigue ahí, aunque luego vengan más hijos.
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo
Que bonito pero que triste y que duró tiene que ser. No he pasado por esa experiencia pero es algo que tiene que dejarte marcada para siempre aunque como tú dices, quizá tenía que ser así, su misión era prepararte para el regalo que vendría meses después.
ResponderEliminarFue duro y cuando llegó la que fuese fecha prevista del parto me acordé mucho y eso que estaba embarazada de 5 meses!
EliminarAquella noche de desvelo lo sentí así, que había tenido su razón de ser. Tal vez porque soy una persona que intento darle un porque a las cosas.
Gracias por leerlo y comentar. Un abrazo
Primera vez que entro en tu blog y me haces llorar (literalmente). Me ha emocionado mucho tu post. Se nota que te sentiste madre de ese niño, aunque fuera tan poquito tiempo. Qué experiencia más dolorosa. Yo estuve a punto de perder a mi hijo pequeño, estaba de 30+5, y fueron los momentos más terribles y angustiosos. Cuando llegué al hospital creí que había sufrido un aborto y creí morir de dolor (por suerte llegamos a tiempo para hacerme una cesárea de urgencia).
ResponderEliminarPero me gusta que supisteis encontrar el lado "positivo", que fuerais capaces de verlo como una esperanza. Me quedo por aquí. Un saludo.
Siento haberte hecho llorar! Tú viviste una experiencia tremenda, Pero afortunadamente ahora tenemos a nuestros bebés y podemos disfrutarlos! Un abrazo fuerte
EliminarEs muy duro lo que cuentas. Me alegro mucho de que tengas a tu lado a una pareja tan positiva que te transmita tanta energía. Nunca se olvida. Yo también he leído el post que recomiendas y creo que es una gran ayuda para quienes lo han vivido... Igual que el que acabas de publicar tú.
ResponderEliminarHola Dácil! Pues sí, se sufre mucho, aunque con ayuda y buen ánimo se puede ir superando. A mí también me ayudó mucho saber que podía volver a quedarme embarazada, de hecho, después del "descanso" recomendado por el médico tras el aborto, enseguida me quedé de nuevo en estado, a los 3 meses, así que la ilusión por ese nuevo embarazo me ayudó mucho. Pero como dices, nunca se olvida, todavía me vienen esos recuerdos a la cabeza y pienso en el bebé que hubiese nacido en enero.... en fin, una experiencia más que forma parte de mi vida. Un abrazo fuerte.
EliminarMenuda llorera que me ha entrado al leer esta entrada. Has sido valiente publicándola, y seguro que así otras personas que hemos pasado por algo parecido tienen motivos para no sentirse solas. Es un trago duro pero que a buen seguro deja paso a momentos de inmensa felicidad. A mí aún me duele porque soy una persona que dufre y vive con alegría con la misma intensidad. Espero poder cumplir mi sueño de ser madre. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarAy Esther! Que no era mi intención hacerte llorar! Sorry. Es un mensaje de esperanza peque se sufre mucho, yo todavía lo recuerdo y lo tengo presente, pero al mismo tiempo me abrió el camino para ser madre, algo que te va a pasar a ti también me pronto, ya lo verás. Muchos besos y ánimo!
EliminarAy Esther! Que no era mi intención hacerte llorar! Sorry. Es un mensaje de esperanza peque se sufre mucho, yo todavía lo recuerdo y lo tengo presente, pero al mismo tiempo me abrió el camino para ser madre, algo que te va a pasar a ti también me pronto, ya lo verás. Muchos besos y ánimo!
EliminarAy Esther! Que no era mi intención hacerte llorar! Sorry. Es un mensaje de esperanza peque se sufre mucho, yo todavía lo recuerdo y lo tengo presente, pero al mismo tiempo me abrió el camino para ser madre, algo que te va a pasar a ti también me pronto, ya lo verás. Muchos besos y ánimo!
EliminarYolanda creeme que me ha venido bien para exteriorizar mis sentimientos. Besos y gracias por esas palabras de aliento
Eliminar